5/7/07

Profundidades


Henning Mankell.
Profundidades.
Traducción de Carmen Montes Cano.
Tusquets. Barcelona, 2007
.

Profundidades es la segunda novela de una serie sobre la verdad y la mentira que Mankell inició con El cerebro de Kennedy, que publica Tusquets. Narra la historia de un viaje que no es sólo espacial y va un punto más allá de aquellas profundidades suboceánicas que explora a bordo de un acorazado su protagonista, Lars Tobiasson-Svartman, un oficial de la Marina sueca en la guerra del 14, que un día de ese octubre emprende un viaje de ida y vuelta para irse otra vez. Un viaje a las profundidades del mar y de la conciencia y a una isla que es una metáfora de la soledad.

La novela no comienza en ese otoño, sino varias décadas después, con un episodio inquietante en otro otoño, el de 1937, en un manicomio y en un destemplado ambiente que marca con su frialdad el tono del relato.

El relato, decía antes, de un viaje que va más hacia el interior y hacia el fondo de la conciencia que hacia el fondo del mar:

Aún busco en mi interior – se dice el protagonista al iniciar el periplo- abismos ignotos, profundidades todavía no medidas, oquedades inesperadas. Incluso en mi interior tengo que trazar un mapa en el que señalar una vía de navegación totalmente segura.

El protagonista, un hidrógrafo experto en medir las distancias de las profundidades marinas, se enfrenta a partir de ese momento al reto de explorar las distancias que le separan de los demás y de sí mismo, a la aventura de descender a la verdad de sus propios abismos interiores.

No he leído todas las novelas de Mankell. Sí, desde luego, Los perros de Riga, La quinta mujer o Antes de que hiele. Novelas bien construidas que desarrollaban historias sólidas contadas con destreza.

Una novela es un paisaje donde hace falta una carretera
- explicó hace ya tiempo Mankell-. Y la labor del novelista consiste en construir ese camino.

Un camino que en algún momento mostraba alguna irregularidad en su firme, algún descuido en su trazado. La anterior novela de Mankell, El cerebro de Kennedy, daba una nueva dimensión de su autor, dimensión que confirma ahora este Profundidades, que posiblemente sea su obra más ambiciosa y profunda. La más profunda desde el punto de vista de su planteamiento temático, la más ambiciosa estilísticamente, porque además de su demostrada pericia narrativa, Mankell mantiene en toda la novela un exigente tono frío como el del aliento blanco de la plomada con que explora las profundidades y mide las distancias hasta el fondo de un mar azul grisáceo, tan metálico como algunos de estos personajes.

Una novela que gustará a los muchos adictos a Mankell y convencerá a algún que otro reticente.

Santos Domínguez