31/12/10

Luis Rosales en Letras Hispánicas

Luis Rosales.
La casa encendida.
Rimas.
El contenido del corazón.
Edición de Noemí Montetes-Mairal y Laburta.
Cátedra Letras Hispánicas. Madrid, 2010.

Como el náufrago metódico que contase las olas que le bastan para morir;
y las contase, y las volviese a contar, para evitar errores,
hasta la última,
hasta aquella que tiene la estatura de un niño y le besa y le cubre la frente,
así he vivido yo con una vaga prudencia de caballo de cartón en el baño,
sabiendo que jamás me he equivocado en nada,
sino en las cosas que yo más quería.

Con esa espléndida Autobiografía se abren las Rimas, uno de los tres libros que acaban de aparecer en Cátedra Letras Hispánicas con edición, prólogo y notas de Noemí Montetes-Mairal y Laburta.

Como las tapias del Retiro, a medio camino entre jardín y bosque, a las que alude en el texto inicial de El contenido del corazón, en Luis Rosales la poesía fue un ejercicio constante de diálogo, de integración y de juntura, una manifestación creativa que habita en la frontera de lo clásico y lo contemporáneo, de lo íntimo y lo prójimo, de lo lírico y lo narrativo. Desde ese libro, en el que encontró su tono de voz y halló la raíz que alimenta su obra posterior, Rosales fue un náufrago metódico que nadaba desesperadamente entre el azar y la necesidad, entre lo milagroso y lo cotidiano con la libertad del versículo, del verso libre o del poema en prosa, dueño de una expresión que se mueve entre la contención y el desbordamiento del sentimiento y la palabra.

Sobre su complejo proceso creativo, sometido a la constante reelaboración de una creciente obra en marcha, sobre la formación poética de Rosales y su integración generacional, sobre el sentido y la construcción de estos tres libros, Noemí Montetes-Mairal ha elaborado un extenso y muy inteligente prólogo que abre esta edición de Cátedra Letras Hispánicas con la que la colección se suma a la celebración del centenario del poeta.

El contenido del corazón, La casa encendida y Rimas habitan un mundo de frontera en el que conviven una sencillez casi prosaica con la alucinada visión superrealista, la intensidad poética con la voluntad narrativa, la memoria y el corazón. Esa simbiosis entre una voz lírica y un enfoque descriptivo caracteriza a estos tres libros que constituyen la columna vertebral de la poesía de Rosales y la base de libros posteriores, marcados por una búsqueda constante, porque para el poeta escribir es trazarme una meta que nunca alcanzo.

Minuciosamente anotados y precedidos de ese exhaustivo estudio preliminar, los tres libros contienen las claves poéticas de una obra fundamental en la poesía de la segunda mitad del XX. En ellos, con el paso de un lirismo estricto a una voluntad narrativa y evocadora, se ha hecho presente el tono inconfundible y renovador de una voz que crecería aún más con el Diario de una resurrección y La carta entera.

Santos Domínguez