28/3/11

Grandes hitos de la novela del XIX


Juan Bravo Castillo.
Grandes hitos de la historia
de la novela euroamericana.

Vol. II.
El siglo XIX: Los grandes maestros.

Cátedra. Madrid, 2010.

Desde 1996, Juan Bravo Castillo viene elaborando una ambiciosa obra que constituye una revisión del canon novelístico euromericano y propone una amplio panorama del desarrollo de un género fundamental en la configuración de la literatura contemporánea.

Desde el Quijote, con el que Cervantes escribe la partida de nacimiento y fija las claves técnicas y temáticas del género, la novela se ha convertido en la forma literaria más renovadora y representativa de la modernidad.

Por eso, tras un primer volumen que abarcaba desde los antecedentes del género y Cervantes hasta finales del siglo XVIII con la llegada del Romanticismo, acaba de aparecer un segundo tomo dedicado al siglo XIX y está prevista una tercera parte centrada en el siglo XX.

Grandes hitos de la historia de la novela euroamericana es el título genérico de esta serie de enorme envergadura que publica Cátedra y que en este segundo volumen aborda el estudio de los grandes maestros del siglo XIX, un siglo de esplendor del género narrativo.

El enfoque unitario de Juan Bravo Castillo no sólo profundiza en las grandes novelas de los grandes maestros decimonónicos, sino que construye un método basado en criterios de unidad para relacionar a unos autores con otros. De Walter Scott a Balzac, y de este a Dostoievski o a Galdós hay una línea continua de influencias que permite establecer la relación de distintos autores y novelas más allá del estudio del género compartimentado por países y lenguas.

Un género que se desarrolla vertiginosamente durante el siglo XIX de forma paralela a la vida urbana, que se convirtió en el objeto de la atención de la novela realista y naturalista. Uno de los maestros del XIX, Zola destacaba en 1881 la capacidad totalizadora de la novela, que había relegado a los otros géneros a lugares menos centrales y que, más allá de su capacidad de divertir, de entretener o de emocionar, se había convertido en un método documental de reflejo y de análisis de la realidad. La novela, decía Zola, es todo lo que se quiera, un poema, un tratado de patología, un tratado de anatomía, un arma política, un ensayo moral.

El desarrollo de la lectura y de una industria editorial cada vez más eficiente, las tiradas más amplias, la novela por entregas, la aparición de novelistas excepcionales en varios países, la generación de un público lector cada vez más amplio son algunas de la claves de un panorama que se cifra en los tres vértices del triángulo que une y relaciona de forma inseparable a lectores, autores y editores.

Las más de mil páginas de este segundo volumen, que se abre con un capítulo panorámico sobre la novela decimonónica en Europas, se dedican a la trayectoria de los grandes novelistas de aquel siglo: el intimismo de Jane Austen y la novela histórica de Walter Scott; la novela total de Balzac; Stendhal y la novela de los happy few; la evolución de Dickens desde el realismo sentimental al realismo social; la emergencia del yo romántico en la novela victoriana inglesa de las hermanas Brontë; Flaubert y la salvación por el arte; la novela norteamericana de Melville y su revitalización de la epopeya; el nacimiento del realismo americano en Mark Twain; Dostoievski y la psicología de las profundidades; Tolstói y el retorno de la épica; el naturalismo de Émile Zola; Galdós y el renacer de la novela en España; Clarín y La Regenta; la consagración de la novela de aventuras con Stevenson; el descubrimiento del realismo psicológico con Henry James y el nacimiento del género policiaco son los capítulos que recorre esta obra monumental de la que se prepara ya la tercera entrega.
Santos Domínguez