22/10/14

Von Rezzori. Sobre el acantilado y otros relatos


Gregor von Rezzori. 
Sobre el acantilado y otros relatos.
Traducción de José Aníbal Campos.
Sexto Piso. Madrid, 2014.

Este año se cumple el centenario del nacimiento de Gregor von Rezzori, un escritor portentoso del que Sexto piso acaba de publicar tres novelas cortas traducidas por José Aníbal Campos en el volumen Sobre el acantilado y otros relatos. Tres obras –El cisne, Sobre el acantilado y “Afanjáuer” o La prolongación del amor por otros medios- que no se habían traducido al español hasta ahora. 

Austríaco, rumano, apátrida y políglota como sus personajes, Gregor von Rezzori (1914-1998) nació en Chernovitz, en la Bukovina, una región del Imperio austrohúngaro, una Babel fecunda y ambigua en la que convivían rusos, judíos, alemanes, rumanos y comunidades de gitanos.

“Tengo la Babel de esta fabulosa tierra en mis oídos: rumano, ucraniano, alemán, yídish, polaco, magiar, armenio...”, diría Von Rezzori de aquella ciudad que inspiró la Chernopol en la que situó la primera de las tres novelas que forman, su monumental La gran trilogía.

Como un extranjero profesional define Magris a Von Rezzori, que se instala en el canon de la tradición austrohúngara con un referente fundamental, el Musil de El hombre sin atributos. Menos epígono que precursor, Von Rezzori evoca y recrea un mundo que había desaparecido definitivamente con el nazismo y la Segunda Guerra Mundial pero que empezó a desaparecer justo en 1914, con el estallido de la Gran Guerra.

Quien se definió como mezclador de épocas reunió en su obra el presente y el pasado, la narración y la memoria para convertirse en espectador distante e irónico de ese mundo crepuscular que Magris llamo exmundo y que está entre la ruina y el humus.

El narrador de sus obras, distante y cercano, escribe desde la ambigüedad de una voz impostada que es también la voz de la memoria personal de su autor, matizada por el tiempo y afectada por la fabulación. De ahí la peculiar mezcla de estilos y enfoques, de épica y lírica, de objetividad y subjetividad, de mirada interior y exterior que recorre estas tres novelas breves de su última época creativa.

La desaparición de un mundo es el telón de fondo de la pérdida de la infancia en El cisne, epílogo tardío a Un armiño en Chernopol, la primera de las obras de La gran trilogía, una novela dedicada a la memoria de su padre, una reconstrucción de su infancia y adolescencia en Chernovitz y una evocación del conocimiento de la muerte y el sexo por parte del narrador adolescente que echa de menos una edad desaparecida para siempre. 

En Sobre el acantilado lo grotesco se impone sobre lo irónico en un relato emparentado con Edipo en Estalingrado y centrado en un artista paranoico -no escritor sino tallista de vírgenes-, obsesionado con las enfermedades venéreas y envuelto en una sorprendente peripecia.

“Afanjáuer” o La prolongación del amor por otros medios es una crítica del terrorismo en Italia en los años 60 y 70 y de la alta burguesía en torno a Villa Rosalia y a un muchacho de buena familia.

Escéptico y apátrida, Von Rezzori vuelve a brillar en estas tres novelas cortas como potente creador de atmósferas con una prosa de enorme calidad, con una mezcla magistral de tensión narrativa y fuerza documental, siempre a medio camino entre la nostalgia y la ironía crítica, con una ambivalencia que proyecta en toda su obra narrativa, que entiende y practica como perfección de la autobiografía. 

Santos Domínguez