5/5/16

Matilde de Magdeburgo


Matilde de Magdeburgo.
La luz que fluye de la divinidad. 
Introducción de Hans Urs von Balthasar.
Traducción de Almudena Otero Villena.
Herder Editorial. Barcelona, 2016.



Hildegund Keul. 
Matilde de Magdeburgo.
Poeta, beguina, mística.
Traducción de Almudena Otero Villena.
Herder Editorial. Barcelona, 2016.

Matilde o la poética del fluido titula Almudena Otero Villena el prólogo a su traducción de  La luz que fluye de la divinidad, el libro que la poeta mística alemana Matilde de Magdeburgo (1207-1282) fue elaborando desde 1250 hasta su muerte y que Herder acaba de publicar por primera vez en español, precedido de un amplio estudio introductorio de Hans Urs von Balthasar.

Como poeta, beguina y mística la califica su biógrafa Hildegund Keul en otro libro complementario que aparece en la misma editorial en torno a la vida plural y la obra sorprendente de esta poeta de la luz que fluye, en la que conviven la visión y la meditación, la narracion y la poesía, la reflexión y la irracionalidad, la espiritualidad y el erotismo en textos que por su lenguaje y su tonalidad expresiva presagian la poesía de San Juan de la Cruz:

en la luz más hermosa está ciega de sí misma y en la ceguera más grande ve con la mayor claridad. En la claridad más grande está a la vez viva y muerta.

Cuanto más tiempo está muerta, más alegre vive.
Cuanto más alegre vive, más conoce.
Cuanto más pequeña se hace, más fluye hacia ella.

Como explica Almudena Otero en su prólogo, el libro de Matilde de Magdeburgo no es un monólogo, sino “un diálogo en el que la palabra se va construyendo. En ese diálogo, en ese intercambio de palabras, fluye el lenguaje.” 

La creatividad lingüística de su poesía es una respuesta a la necesidad de expresar lo inexpresable y, como suele suceder en la poesía mística, se encauza en la alegoría erótica, porque, como destaca en su biografía Hildegund Keul, “la mística habla de un ir más allá que supera todos los límites del yo /.../ Quien quiere la vida en su máxima intensidad va hasta su límite (y allí se topa inevitablemente con la muerte). Esta es una experiencia común a la religión y al erotismo. El erotismo brota del ansia de sentir la propia vitaidad y atravesar todos los límtes que la impiden. /.../ El erotismo es esencialmente “éxtasis”, salir de sí mismo. También “transcendencia”, una palabra clave de la religión, significa “ir más allá.” 

Abundantemente ilustrada, la biografía que ha escrito Hildegund Keul es un relato lleno de matices que revela la amplitud del campo de visión para abarcar el contexto social, ideológico y cultural en el que se desarrolla la obra y la existencia de un personaje tan excepcional.

Y hay que destacar además el talento narrativo de la biógrafa para contar los hechos y evocar los lugares –el castillo, la ciudad, el monasterio- en que vivió y escribió Matilde de Magdeburgo. Un estudio que abarca la complejidad de un personaje cuya vida se mueve entre la vida activa y la contemplativa y atiende a su formación lectora, propia de la educación de una mujer noble e inquieta, familiarizada con la poesía trovadoresca; a su devoción religiosa, que la impulsa a vivir como beguina en Magdeburgo para ayudar a los pobres, y a su condición de escritora mística, de “maestra de canto esperanza” en el monasterio cisterciense de Helfta, donde se recluyó para refugiarse de quienes no veían con buenos ojos sus críticas a la Iglesia, enmarcadas en la militancia pauperística que reivindicó la pobreza y denunció la injusticia de la riqueza financiera. 

Santos Domínguez